28/05/2025 | SIAN
Joyas ocultas: cómo las tierras abandonadas pueden abrir el futuro de la hostelería
Cuando hablamos de inversión, especialmente en sectores como los microresorts, ecolounges o de renta vacacional, todos pensamos en lugares paradisíacos, playas escondidas, montañas con vistas infinitas y climas perfectos para escapar del caos urbano. Pero, ¿sabías que justo en esos mismos lugares hay miles de hectáreas sin usar, olvidadas o simplemente desaprovechadas?
En los últimos meses, al dialogar con nuestros clientes sobre distintos proyectos, nos hemos dado cuenta de algo muy claro: muchas de las mejores oportunidades no están en lo que falta, sino en mirar con nuevos ojos lo que ya está ahí. Es una trayectoria que valoramos y apoyamos: revivir espacios con historia y esencia, dándoles un nuevo propósito sin borrar su identidad.
El turismo se ha consolidado como una de las industrias más dinámicas y prometedoras para el desarrollo económico de numerosas regiones. Hoteles, rutas gastronómicas, experiencias culturales y parajes naturales bien gestionados pueden transformar comunidades enteras, generando empleo, inversión y visibilidad internacional.
A veces, lo que frena este desarrollo no es lo que falta, sino lo que está y no se usa, y este es un problema poco visible, pero que está frenando el crecimiento del turismo sostenible en varias partes del mundo: hablamos de las tierras en abandono.


¿Qué son y por qué deberían importarte?
Cuando hablamos de tierras en abandono, no nos referimos únicamente a espacios vacíos. Nos referimos a un fenómeno complejo: propiedades —rurales o urbanas— que han quedado fuera de uso productivo o social, ya sea por falta de mantenimiento, litigios legales, desinterés de los propietarios o abandono total.
En muchos casos, estas tierras ni siquiera figuran en planes de desarrollo urbano o turístico, permaneciendo invisibles a los ojos de las autoridades y empresarios. Pero simplemente están ahí, esperando una visión, una propuesta, una inversión que las reconecte con su entorno y las active con propósito. Sin embargo, incluso cuando surge el interés, a menudo no se cuentan con los permisos necesarios o estos tardan demasiado en aprobarse, especialmente si se trata de construcciones que requieren cimentación adecuada, lo que frena o complica seriamente su reactivación.
Para quienes están explorando oportunidades en el real estate alternativo (como los ecolodges o pequeñas villas de lujo en la naturaleza), este tema debería estar sobre la mesa. ¿Por qué? Porque representa una mezcla perfecta de desafío y oportunidad.
A menudo, estas tierras se encuentran en enclaves turísticos clave: zonas costeras, centros históricos, rutas naturales o áreas rurales con gran atractivo. Y aunque podrían integrarse como espacios para hospedaje, actividades al aire libre, centros culturales o mercados artesanales, su estado actual las convierte en espacios "muertos" dentro de un entorno que exige vitalidad.
El problema es doble: por un lado, su abandono impacta visual y funcionalmente el destino; por otro, su recuperación es difícil sin una estrategia clara de intervención pública o de asociación con el sector privado.
El panorama en los mercados en las Américas
El fenómeno de las tierras en abandono no conoce fronteras: afecta desde pequeñas comunidades rurales en Canadá hasta zonas costeras en el Caribe, pasando por centros urbanos y regiones agrícolas en México y Estados Unidos. Aunque las causas pueden variar, el impacto sobre el desarrollo turístico y económico, así como en la generación de empleo y la atracción de visitantes, es un denominador común.
A continuación, analizamos cómo este fenómeno se manifiesta y se puede enfrentar en cuatro
mercados clave de las Américas
• Estados Unidos
Sí, incluso en Estados Unidos hay tierras abandonadas. En estados como Nuevo México, Arizona, California o incluso zonas de Texas Hill Country, hay áreas rurales con valor paisajístico increíble y poca presión de desarrollo. Proyectos como auto-sustaining retreats o wellness resorts han comenzado a recuperar propiedades abandonadas para transformarlas en destinos de alta gama. El fenómeno del glamping, las tiny houses y los retiros de yoga en el desierto están creciendo en estas zonas. Te imaginas montar un microresort tipo “off-the-grid” en medio del desierto, pero con spa, vista a las estrellas y conexión total con la naturaleza, sería genial.
• México
México tiene una ventaja única: cultura viva, biodiversidad y una amplia oferta de tierras en desuso cerca de destinos turísticos consolidados. Desde los litorales de Oaxaca hasta los bosques en Chiapas y las tierras semiáridas de Baja California Sur, México está repleto de terrenos abandonados o subutilizados. Muchos se encuentran cerca de atracciones naturales o zonas turísticas emergentes.
Para quienes se atreven a explorar estas oportunidades, el potencial es enorme. El país posee un invaluable legado histórico, con numerosos emplazamientos arqueológicos aun sin descubrir, que pueden convertirse en un activo adicional para enriquecer la experiencia de los huéspedes. En comunidades cercanas a cenotes, selvas o playas vírgenes, un ecolodge bien diseñado no solo puede transformar la economía local, sino también ofrecer la experiencia auténtica y única que los viajeros tanto valoran.
• República Dominicana
Todos conocemos los resorts gigantes en Punta Cana o La Romana. Pero fuera de esos polos, hay zonas como Samaná, Barahona o el interior montañoso que están prácticamente vírgenes… y vacías. Tierras increíbles con vistas al mar, acceso a ríos, o enclaves naturales que hoy no tienen uso.
Muchos de estos terrenos tienen pendencias legales, pero con algo de paciencia, podrías estar mirando al próximo "destino secreto" del Caribe, listo para acoger esta nueva generación de turistas que buscan sostenibilidad, exclusividad y autenticidad.
• Canadá
En Columbia Británica, Alberta o Quebec, hay vastas áreas rurales o semi-abandonadas situadas cerca de parques naturales y zonas protegidos con gran belleza natural. El turismo en Canadá valora lo remoto, lo puro, lo simple. Un ecolodge en un bosque canadiense puede ser un éxito si se hace bien.
Muchas comunidades están activamente interesadas en atraer proyectos con una fuerte conciencia medioambiental y que generen empleo local. La recuperación de tierras rurales o fronterizas con reservas naturales podría integrarse con propuestas exclusivas de ecoturismo o turismo cultural en colaboración con pueblos indígenas.
¿Por qué deberías mirar estas tierras con otros ojos?
Porque justo ahí, donde nadie está mirando, puede estar tu próxima gran inversión. Las tierras abandonadas son como terrenos vírgenes en lo digital: tienen potencial, poca competencia, y si llegas con una buena idea, podrías marcar tendencia bien rápido.
Además, hay algo éticamente poderoso en esto: activar terrenos olvidados no solo puede transformar comunidades y preservar ecosistemas, sino también impulsar un desarrollo económico local alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Proyectos de este tipo pueden contribuir, por ejemplo, al ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), al ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y al ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres), generando un impacto positivo a largo plazo tanto en las personas como en el entorno.
Mientras el turismo de masas enfrenta cuestionamientos por su impacto ambiental y social, los modelos de turismo de lujo sostenible están ganando terreno. En lugar de grandes desarrollos invasivos, la reactivación de terrenos olvidados puede dar lugar a alojamientos de bajo impacto, centros de bienestar en entornos naturales, o resorts regenerativos integrados a comunidades locales.
Pero, lleva en cuenta que debe mirar siempre algunos aspectos que te ayudarán a empezar con éxito:
• Válida la legalidad del terreno: Antes de nada, verifica títulos de propiedad, historial y situación legal. Es la base para evitar riesgos futuros.
• Apuesta por la sostenibilidad: El turismo actual valora la autenticidad y el bajo impacto ambiental. Integra estos principios desde el inicio, tanto para responder a la demanda del cliente como para asegurar la viabilidad del proyecto.
• Conecta con la comunidad local: Colabora con los habitantes, impulsa proveedores de la zona y diseña experiencias que reflejen la esencia del lugar.
• Explora alianzas estratégicas: Desde fondos especializados hasta cooperativas o crowdfunding, hay opciones para financiar proyectos turísticos regenerativos.
Empieza pequeño, pero piensa en grande: No necesitas una mega estructura. Unas pocas cabañas bien planificadas te permiten aprender en el camino antes de crecer, y pueden ser más rentables y sostenibles que un resort masivo.


Un futuro para el turismo con propósito
Las tierras en abandono ya no deben verse como un problema del pasado, sino como la base de una nueva generación de destinos. Hoy, el sector de la hospitalidad enfrenta el reto urgente de ofrecer experiencias sostenibles, auténticas y de alta gama, sin sacrificar tiempo, rentabilidad, ni impacto positivo.
En
SIAN, hemos identificado este patrón y desafío muchas veces en nuestras conversaciones con clientes, y hemos aprendido a convertirlo en una oportunidad tangible. Diseñamos y entregamos soluciones modulares premium, listas para su implementación y completamente adaptables a cualquier lugar. Ya sea una playa remota, un valle o una zona peri-urbana, nuestros modelos pueden transformar terrenos subutilizados en eco-lodges, micro-resorts, villas exclusivas o retiros de bienestar que armonizan con la naturaleza y atraen a viajeros conscientes.
Nuestra propuesta combina rapidez, diseño, sostenibilidad y escalabilidad, ayudando a inversores y operadores turísticos a generar valor desde el primer día. Porque construir mejor ya no es una opción, es la nueva medida del lujo.
El futuro del turismo no está en edificar más, sino en regenerar lo que ya está ahí y hacerlo con propósito.
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